Muchas de las defensas inmunes que han evolucionado en otros vertebrados (reptiles, anfibios) y otros filos (esponjas, gusanos, insectos) están también presentes de un modo u otro en los mamíferos y juegan papeles importantes.
Consecuentemente, el sistema inmune de los mamíferos consiste en una defensa interconectada de múltiples capas que incorpora ambos, elementos primitivos y recientes.